Y abandonado
por la misma en la oscuridad.
Rechazos y
excusas surgidas como furor,
Como modas y
tendencias de verano.
¿Cuántos hay
para cortar el pastel?
¿Cuántos hay
en la sala de espera?
¿Cuántos están
escuchando y no oyendo?
¿Cuántos están
leyendo detenidamente?
Ya no
importa, porque no espero nada,
Que me
alcance el folio para mi cántica.
Ya no
importa, si lo he visto todo,
Que me
alcance el día para ver la noche.
Cicatriza la
herida pero no la memoria,
Se despide
el dolor pero no el recuerdo.
Entre la alegría
y la amargura
Sólo hay una
línea divisoria.
Que te
alcance lo leído para entenderlo.