domingo, 19 de octubre de 2014

Vista Ciega

Tus tiernos pies rosados,
Alegoría de feminidad.
La noche se aprieta la cintura
Cuando paseas tu anatomía.
La brisa del medano
Ondea tus cabellos de mar.
Los andes de tu piel
Son un viaje de alas.
Los cantos de los pajaros,
Tus silbidos de amanecer,
Las sábanas perfumadas
Por tu presencia de colores.
La habitación vacía de muebles,
Mi pobreza te da alcoba.
Mi desvelo boxea en mi mente,
Tus manos de nube en el Sol.
Los libros de la mesita distraidos
Por tus pantaletas jugando en la madera.
El pincel haciendo de las suyas
En un lienzo robado en la bodega,
Pintas la humanidad con poesía,
Yo observo la vida con la vista ciega.

domingo, 31 de agosto de 2014

Mujer Nueva

Constructora de hogares,
Pensadora de habitaciones.
Recitas la ternura,
Vences al desprecio.
Tragas lágrimas al parir
El único fruto que la tierra no ofrece.
Recibes halagos que sufren metamorfosis.
Aspiras drogas legalizadas de ilusión.
Solo la decisión ubicua te desatará cadenas.
Tus telas reveladoras ondean mi pasión.
Despídete mujer, de esas vidas anteriores.
Abrete mujer, a la liberación.
Tu andar hace caminos de revoluciones.
No hay turbulencia que desvíe tu vuelo.
Las mesas son aulas y tu voz es libro.
Historias inefables capturadas del desvelo.
Tu primera silaba levanta banderas
De arcoíris y  gritos de pueblos.
Tu humanidad es belleza en praxis,
Tu esperanza es vida, papiro y consuelo.

martes, 22 de julio de 2014

Apertura

Tu mente abierta,
Mis trucos al descubierto. 


Has remangado mi camisa,
Tu silueta es la retícula,
Tu anatomía es el cartel.
Tu desnudez es la composición
Y mi deseo es incesante.

lunes, 28 de enero de 2013

Respuesta

Siempre hay una musa a quien uno le escribe.
A veces hay directas e indirectas.
Otras veces hay realidad e imaginación.
También hechos y utopías.
Ilusiones y decepciones.
Valentía y cobardía.
Amores soñados y amores perdidos.
Así como cuando tu escribes creas una especie de personaje;
Asi mismo un poeta tiene una favorita a quien le escribe en mayor escala, muchas veces en silencio.

domingo, 27 de enero de 2013

Entrega

Ganas de escapar en una fotografía,
Te observo cuando me ignoras.
Tu gesto contra la brisa en frente,
Mi atención a tus pechos descamisados.

Tú y yo en un café de la calle del sur.
Tu, bohemia y lectora,
Yo, descuidado y pintor.
Nosotros, bailando sin pasos.
Elevados en una entrega reciproca,
Abriendo las puertas del escondite,
Cubierta de orquídeas de pureza,
Olvido mis vicios cuando entro en tu aldea.

Una banda toca si asomamos,
Un cielo llora si nos despedimos,
Un bus destartalado me espera si te dejo,
Una musa me abraza si te encuentro.

La montaña nos contempla.
Tú,  temerosa a la aventura,
Yo, fantaseando volar a pie
Amando el continente de tu piel.
Sapiencia de letras y pintura,
En tu pubis de inocencia tuya y mía.
Pasaje de versos de entrega y un recital
En la cordillera de tu alma de nobleza.

jueves, 10 de enero de 2013

Guayabita

Más de una docena de rostros
Con el gesto del madrugonazo habitual.
Dos manos atentas al volante,
Una mirada en la ubicuidad.
El resto, anochecidos en el amanecer,
Todos, Alegría viral en el mediodía.

Maquina móvil con nombre de fruta tropical,
Guayabita con ruedas y tripulantes.
El yo había quedado atrás,
El nosotros era nuestro fuerte enlace.
Juntos en la carretera rusa en el capítulo del cono,
Unidos en la felicidad viajera y enlatada.

La risa se ahogo en un lacónico de lágrimas
Cuando las ominosas balas casi cortan nuestros latidos.
La vida marcada por esos estentóreos minutos,
La piel agujerada de la joven de hipérbole verbal,
Las manos de ángeles salvadores y libertarios
Interviniendo en aquella casi ilusoria supervivencia.

No era José el chofer, sino el hermano en el puesto de piloto.
No era el resto solo compañeros de viaje,
Sino hermanos ocupantes de los puestos vecinos.
No fue ese otro trimestre más viajando,
Sino los mejores meses como viajeros de ida y vuelta.
No es esto un fragmento de nostalgia,
Sino la apología nuestra en colectivo
Elogiando esa época en la que paseamos juntos un determinado trayecto.

Carlos Espitia

domingo, 18 de noviembre de 2012

Untitled

Es miedo el sentimiento
Aún cuando no le temo a nada.
Inseguridad tal vez de mi parte
Cuando te hable hoy y no me hables mañana.
Decides marcharte y yo ahogado,
Envuelto en un nudo que me traga.
Las palabras me salvaran y me hundirán,
Los hechos darán respuesta a la incertidumbre.
¿Cómo se da la colisión de nuestros caminos?
¿Por qué decidieron los ángeles este encuentro?
¿Cómo se me ocurrió amarte
Antes, durante y después de tiempo?
Un lamento premonitorio,
Una aguja en mi mente,
Un sueño repetido en la azotea,
Un lienzo no terminado en la alcoba,
Una lectura nunca hecha,
Una declaración jamás definida.
La proclama de las alas idiotas de mi estomago,
El alzamiento popular de mis sentidos.
¿Es esto amor? Si, Confiesa apenado
Mi corazón rocoso cuando te piensa.
Trivialidad compleja en tu presencia,
Sufrimiento silencioso que reprime mi voz.
Sigues siendo la dama de alma fulgurante
Que ocupa la habitación personal de mis pensamientos.